Errores de febrero

Se concieron justamente un día de ese mes, caluroso pero inestable por probabilidad climática en estas latitudes. Ella apenas pasando la veintena, él duplicando esa edad con tanta precisión como si apostara al Black Jack. Ambos acuarianos y soñadores, ambos nacidos en febrero, y hasta concebidos, en su lugar y época correspondientes, "por error".
Ella era amiga de una amiga, visitante ocasional de la casa en que ambos convivían. Sus miradas se cruzaron de inmediato para no despegarse más. Su charla se prolongaba al infinito cada vez, coincidiendo más y más en afinidades y en el disfrute de casi todos los temas que tocaban. Ambos se quedaban hasta altas horas de la noche conversando y compartiendo de todo. Ambos vivieron sendas y fugaces relaciones que también usaban para estudiar lo que el otro hacía con esa vivencia que no podía serle tan ajena por cierta ambigüedad del sentimiento. Cuando él traía a una pareja ella le decía que la veia medio "rara". Cuando ella le contaba de algún desengaño amoroso él le decía que ese chico no valía la pena ni para mencionarlo. Un día de esas conversaciones ella le confesó sobre su presente estado de virginidad, como al descuido. O quizás la intención no fue tan descuidada, pero el efecto si fue bastante inquietante sobre él.
Una noche de esas larguísimas en las que se prodigaban mimos y masajes que no parecían en absoluto algo propio de amigos, pero sin que mediaran besos que lo confirmaran, él soltó un "te quiero". Ella pidió explicaciones, dijo que ya no sería lo mismo, se escandalizó un poco y hasta le contó a una amiga que corrió a increparlo a él diciéndole que quizás se había confundido. Él, sonriente, respondió que estaba muy seguro de lo que sentía, y lo había blanqueado, y si habia una confusión parecía ser de ella. Las largas charlas nocturnas jamás se interrumpieron, ni tampoco mostró ella algo parecido al temor o un andar prudente para no ser malinterpretada.
Otro día, no muy lejano nació un proyecto en el que pudieron trabajar juntos. Uno en el que jugaban a ser actores. Uno en el que había escenas en las que el guionista travieso incluía besos por doquier. Uno en el que esos besos un día dejaron de ser parte de un ensayo.
Y los besos fueron cada vez más frecuentes, pero siempre clandestinos. Ella se negaba a que fuese de otra forma y también a que no se iniciaran sino hasta luego de una breve insistencia de él, por costumbre.
Y una noche, luego de un gesto amable y hasta un poco inesperado de él, ella se entregó en cuerpo y alma. Y luego sólo fueron días y días de pasión y afecto tierno y sincero.
Pero, claro, la situación vivida no era algo demasiado frecuente. Una virgen de veinte años cuya madre le preguntaba a diario "si había pasado algo con alguien", un amante sin clasificar que la doblaba en edad, y una chica que no se animó a mentir cuando finalmente esa pregunta materna tuvo otra respuesta diferente a la acostumbrada. El escándalo fue superado con la simple sinceridad del hombre que frenó la actitud avasallante, imperativa, dominante y hasta desubicada de la progenitora con un efectivo y sincero corazón en la mano. Luego de una breve crisis, las cosas se acomodaron.
Aún así ella quiso cortar varias veces, alegando su propio "error" al mezclar las cosas. Él, con mucha suavidad, sólo le pedía que no se precipite, y como corolario a esas charlas tranquilizadoras, cada vez que se encontraban no dejaban de hacer el amor, sin estrategias ni presiones, sí con naturalidad.
Y hasta hoy mismo, y luego de un par de meses y varios encuentros semanales, ella dice que no está preparada para una relación, que fueron tiempos de muchos cambios, que ella no lo quiere tanto como él a ella, que todo eso debe ser sólo pasión, que no quiere lastimarlo, que tiene muchos prejuicios, que no quiere usarlo... y le pregunta por qué la eligió a ella, porque no se busca otra para tener sexo, lo cela solapada pero evidentemente, vive señalandole posibles novias recomendadas y estudiando sus reacciones. Pero también hasta el día de hoy cada vez, con cada visita, sin falta, sin cese de rutina pero con muchas variantes cada vez más sabrosas, él la toma de una mano y la lleva a hacer el amor. Y ella lo disfruta sin callar. Lo grita, lo goza. Los encuentros duran horas y las risas son mutuas cuando se dan cuenta del tiempo desvanecido en cada ocasión. Ella se despide con un beso larguísimo prometiendo, (¿quizás cada vez con menos frecuencia y con mas sonrisas cómplices?) que será la última vez...

¿Una historia de amor? ¿una historia de pasión? ¿algo con futuro... o de un presente extenso pero de inminente y rotundo final?

¿Historia de amor? Por que dudarlo. Sentimientos hay. Sentimientos puros cercanos al amor, mas por parte de el que de ella, los hay.
¿Historia de pasión? Sin dudas.
¿Algo con futuro? Para nada. Un hermoso y maravilloso presente pero basado en la precariedad de una dicotomia sentimental en una persona cuya madurez sentimental no queda claramente patente.
El conquistador acabara cuestionandose si merece la pena tanto esfuerzo, existe muchas posibilidades de que llegue el cansancio. Y uso la palabra conquistador adrede. Cada encuentro es una conquista.
La conquistada acabara encontrando lo que realmente busca. Y lo encontrara, seguramente, cuando lo haya perdido.
Así lo veo.

juanjose1959 escribió:¿Historia de amor? Por que dudarlo. Sentimientos hay. Sentimientos puros cercanos al amor, mas por parte de el que de ella, los hay.
¿Historia de pasión? Sin dudas.
¿Algo con futuro? Para nada. Un hermoso y maravilloso presente pero basado en la precariedad de una dicotomia sentimental en una persona cuya madurez sentimental no queda claramente patente.
El conquistador acabara cuestionandose si merece la pena tanto esfuerzo, existe muchas posibilidades de que llegue el cansancio. Y uso la palabra conquistador adrede. Cada encuentro es una conquista.
La conquistada acabara encontrando lo que realmente busca. Y lo encontrara, seguramente, cuando lo haya perdido.
Así lo veo.

Gracias por tu impecable desarrollo, Juanjo!
Comparto hasta lo de la inmadurez sentimental del personaje central de mi historia (que ha pesar de ser narrada en tercera persona no tengo que decir quien es, verdad?). En lo que a mi respecta, tuve tantos años de claustro emocional y sentimental (no por sufrir, precisamente sino por estar "planchado" en cuanto a sentimientos, sin sobresaltos ni altibajos), que creo que ese crecimiento se hizo muy tardío. Y la verdad, no reniego de que eso pase aunque me llene de preguntas que muchos ya tendrían resueltas o respondidas por duras experiencias muy pedagógicas. Tampoco creo que me haga menos hombre, sino quizás uno un tanto diferente que se niegue a aceptar algunas cosas por convención.
Con respecto a lo del futuro, por una cuestión de probablidades y para evitar decepciones uno espera siempre lo peor. Pero dos amigas mías de veintipico acaban de formalizar con señores que casi las duplican en edad. Y la batalla hasta llegar a ese estado tampoco dejó de ser ardua, al menos para una de las dos parejas.
Por otro lado la chica sigue ablandándose y cediendo terreno desde lo verbal, lo cual no es una señal de nada promisorio o algo a tener en cuenta como un factor decisivo, pero si sola va por ese camino sin que exista presión alguna...

Muy bueno el juego de palabras con conquistador, conquistada y conquista, es muy poético!

gracias de nuevo, por la opinión.

Para nada considero que la diferencia de edad sea la causa de esas disociaciones. Aun cuando seria fácil usar esa excusa y, por ende, acertar en la mayoría de las veces, no es mi impresión la generalización de esas conductas.
Si bien, en este caso, repito sobre el problema de la inmadurez sentimental, sin relacionarla directamente con la edad. A mi juicio particular, una persona madura es la que es capaz de tomar una decisión sobre algo, y, una vez tomada, aceptar plenamente las consecuencias que esa decisión trae consigo.
El juego de " ni contigo ni sin ti" es un juego que conduce a caminos peligrosos. Si doy, tu te vas, si dejo de dar, tu vienes, pero mantienes la distancia cediendo terreno mas con palabras que con acciones..... No se.....
Francamente difícil de vivir, y mas difícil aun, asesorar u opinar sobre ello.

Hola Henry.

Lo primero déjame felicitarte por tu forma de escribir, esta increíble la historia.Como siempre un gusto leerte.

Yo creo que esta historia no va a ningún lado, mas allá de una relación sexual, en la que los protagonistas están muy satisfechos.

Una historia de pasión que llegara a la rotura definitiva.

Bs.

Gracias una vez más Juanjo por la aclaración, muy esclarecedora por cierto.

Gracias Aurora por tus elogios que no cesan y alimentan mis ganas de darle a la pluma con o sin catarsis que medie.
Tajante tu opinión del final anunciado de la relación. No puedo ser para nada objetivo, pero si puedo decir que día tras día las cosas se van acomodando y haciendo más distendidas. No se cuanto durarán, lo bueno es que yo ya estoy dejando de pregutármelo y a disfrutarlo día por día. Y por lo visto ella sigue la misma línea.

Un abrazo afectuoso a ambos!

Muy buena historia, no la había visto.
Ahora sí, más claro hechale agua, como si dice.
De lo que dijeron JJ y Aurora, no puedo agregar nada más, solo cito lo que dijiste y subrayo:
" No se cuanto durarán, lo bueno es que yo ya estoy dejando de pregutármelo y a disfrutarlo día por día. Y por lo visto ella sigue la misma línea"


Beso

Asi es Lucille, se trata del día a día. Pero la vida es así, por sueños y proyectos que se tengan, no vale la pena desperdiciar ni un sólo segundo discutiéndola.

Gracias por tu comentario!

Un beso grande.

Siguiendo la línea de este tema en el que comencé planteando interrogantes, ahora actualizo con algunas "respuestas"
La vida te da sorpresas, dicen por allí, y fue muy grato encontrarme con que todavía y cada día puedo sorprenderme más y más.

Si se me permite cambiaré la narración a primera persona por una cuestión de practicidad y mayor entendimiento.
Sucedió uno de estos fines de semana, ella vino a quedarse, como siempre, un par de días con la excusa de algunos ensayos y actividades en común. Planteamos una reunión de producción ese mismo sábado a la tarde, a la que estaba invitado uno de sus amigos. Alguien que mereció de entrada por parte mía un afecto y respeto entrañables, al punto que lo hice mi confesor casi de inmediato y le conté en su momento la relación que me unía a su amiga.
La reunión transcurrió de manera muy distendida y positiva, la gente se fue yendo y sólo quedamos ella, él y yo. Comimos, íbamos por el café y a mitad de la charla él le pregunta a ella:
"¿Y cómo va tu vida?"
Y ella dice "Bien, con algunos cambios, la mayor parte de ellos malos" hace una pausa, me mira, sonríe y agrega: "bueno, no todos"
El chico nos mira a ambos y con picardía contraataca:"Epa, ¿qué pasó ahi?"
Ella agrega:"Bueno, estoy saliendo con Harry (así me conocen por aquí). La verdad es que me conquistó de a poco y desde hace tiempo..."
Lo que siguió fue una especie de confesión compulsiva, en medio de risas, casi pretendiendo que yo no estaba allí, y hablando de todo lo que veía en mí que le hacían sentir..." entonces su amigo, el interrogador, preguntó sin tapujos"
¿Y entonces, que sentís?"
"No seas malo" dijo ella, solo para agregar segundos después: "lo quiero" y mirarme entre vergonzosa y emocionada.
No pude evitar tirarmele encima, darle un abrazo y un beso (con el pudoroso límite que me ofrecía la tercera persona presente). La noche culminó con este mismo personaje retirándose contento porque le sacó a su amiga una declaración de amor de "cuatro veces" diciendo que me quería. Era la primera persona, además de su madre (que cree que lo nuestro fue de una vez sola), que lo supo por voluntad suya.

Y yo, sin poder creer que había recibido uno de los regalos más lindos en la vida: una declaración de amor con testigo de lujo. Las cosas cambiaron mucho a partir de ese momento. Todavía con prudencia, con cautela, pero lo que hasta este momento era algo informal y basado en la piel, comenzó a verbalizarse.

Y si de algo me jacto es de no haber presionado ni de impacientarme. Más allá de que uno no maneja los sentimientos del otro, el "dejar ser" y "dejar sentir" van de la mano. Y tienen su recompensa. Vaya si la tienen.

Hola Henry, un gusto leerte, el solo hecho de pasar a escribir en primera persona demuestra que estas a gusto con el personaje y eso es muy bueno y saludable. Por otra parte para disfrutar de estas sorpresas, uno debe trabajar en no perder la capacidad de asombro, eso es un punto , que mas allá de los abatares de la vida , uno debe tratar de mantener.Por último, el dejar ser, es el eje principal para todo final feliz. Ya con nuestras experiencias , sabemos que se debe disfrutar mientras dure, no se necesita mas, Me encanto tu historia.Un beso

Gracias, Arianita!

Como siempre, con las palabras justas.

Un beso!